martes, 19 de marzo de 2013

Michael Moore se levanta contra el sistema sanitario estadounidense con la película Sicko

“Sicko” es una película-documental de Michael Moore. Estrenada en 2007, Moore se sirvió de Sicko para reivindicar los defectos o grietas del Sistema de Salud estadounidense. Veamos más a fondo su contenido y las bases del sistema sanitario de EEUU...



Trailer de la película Sicko


En mi opinión no hay duda de que esta película-documental es bastante imparcial, de modo que solo presenta una cara de la moneda. Aunque es cierto que Sicko no supone una representación exacta de los pros y contras del sistema de seguros de EEUU, la base de la crítica de Moore es innegable(7). Los datos y ejemplos que expone en su película, aunque restringidos e imparciales, son ciertos.

Estados Unidos cuenta con la mejor infraestructura hospitalaria del mundo, los últimos adelantos en terapéutica y los más eficientes equipos de tecnología médica, innovación investigadora(1) y los profesionales mejor cualificados y con mejores sueldos(4), pero aun así, es un sistema impopular: sólo el 21% de la población está contenta con el sistema sanitario de su país. Esto constituye una paradoja evidente a ojos de cualquiera, y debe tener una explicación.

Los planes de salud en Estados Unidos se presentan a la población en forma de seguros(1):

1. A través de la empresa u organización, que cubre sus gastos médicos y la jubilación del trabajador. Aquí entra el 60% de la población.

2. Programas financiados por el gobierno, 26% de la población:

- Medicaid (programa federal), dirigido a personas con ingresos bajos, mayores de 65 o discapacitados.
- Medicare, que consiste en lo mismo que Medicaid, pero siendo un programa estatal.
- State Children’s Health Insurance Program, dirigido a cubrir los seguros infantiles de niños y niñas cuyas familias tienen un ingreso demasiado alto para entrar en el programa de Medicaid, pero demasiado bajos para pagar un seguro privado.

3. Compra privada de seguro médico, la fórmula empleada normalmente por los trabajadores autónomos.


A pesar de ello, el 14% de la población no tiene seguro médico. Muchos norteamericanos, bien por su juventud o por deseo expreso, no quieren pagar a una aseguradora ni esperan que el Gobierno les pague el seguro.

¿Cómo es entonces posible tan poca satisfacción por parte de la población y tantos casos de enfermos estadounidenses que no ven cubiertas sus necesidades sanitarias?



ALT: Michael Moore en una ambulancia: "What seems to be the problem?"


Pues bien, a pesar de que la gran mayoría de los estadounidenses cuentan con un seguro médico (86%), esta cobertura es insuficiente(3), tiene sus límites y, dependiendo del seguro y de la patología del paciente, este último recibirá tratamiento gratis, deberá abonar los gastos, o simplemente, buscar otra compañía que se lo costee. En definitiva, los seguros de salud se reservan el derecho de elegir a sus asegurados y hasta dónde llegará su cobertura.

En definitiva, y a mi modo de ver, la salud en EEUU es un negocio, y como tal, su finalidad es la obtención de beneficios (económicos). De hecho, las compañías de seguros sanitarios privadas, son, después de las farmacéuticas, las que tienen los beneficios más elevados de EEUU y la persona mejor pagada en EEUU es William McGuire, presidente de la Compañía de seguros sanitarios privados United Health Group. Los ejecutivos de esta compañía son, según The New York Times los ejecutivos con ingresos más exuberantes (3).

El hecho de que todo sea un negocio hace de la salud un producto, y de las compañías aseguradoras, un mercado. Esto puede verse como algo positivo en tanto que, con el objetivo de “venderse” lo máximo posible, se potencia la competitividad comercial entre la oferta de seguros, garantizando precios más bajos a cambio de mejores programas(1). Además, el hecho de que los médicos en EEUU sean los mejor pagados del mundo, atrae muchos profesionales y lo que es más importante, los mejor cualificados(4).

Pero opino que si la salud se convierte en negocio por encima de todo, se prioriza el dinero por encima de las propias personas y de su salud, lo que deshumaniza tantísimo el proceso sanitario, que no es raro encontrarnos con casos tan extremísimos como los que nos muestra Moore en Sicko.

 
ALT: Doctor con un estetoscopio con el símbolo del dólar dentro del bolsillo de su paciente




Pero, ¿y nosotros, los españoles?

El SNS español es universal, equitativo y de alta calidad(2). Cuenta con una buena tecnificación, aunque no como la estadounidense, claro está y un nivel de satisfacción muchísimo mayor.

En la película, por ejemplo, las conversaciones entre Michael Moore y los canadienses realmente me abrió los ojos con respecto a nuestro sistema de salud. En España, los que cotizan o han cotizado y pagan impuestos le pagan la sanidad a los que no. Una sanidad que es eficiente, y, aunque sus listas de espera no agradan mucho, la atención sanitaria acaba llegado a todos.

Es por ello que puedo entender la mentalidad de algunos estadounidenses con respecto al pago de los seguros sanitarios. Aquellos que gozan de buena salud pueden llegar a mostrarse reacios a “pagarle” la atención sanitaria a otros. O incluso hasta el punto de rechazar su derecho a pagar mensualidades por un seguro de salud, cuando no consideran el hecho de enfermar de gravedad, un peligro inminente.

En el artículo de Juan Manuel Freire(2). recogido en la bibliografía, se analiza y el SNS español desde los puntos de vista de gobierno y gestión, de cobertura poblacional, de recursos-financiación, prestaciones y coordinación del sistema y en cuanto a la Atención primaria y la especializada, y lo compara con otros modelos europeos, concluyendo que “El SNS es un gran éxito de la sociedad española, por su capacidad tecnológica y capital humano, por la accesibilidad de su red de servicios que llega a todos los rincones del país, por ofrecer acceso a los últimos avances de la medicina”.

Es cierto que nuestro sistema de salud se ve en desventaja frente el estadounidense en cuanto a tecnificación y cualidad de atención sanitaria (en parte también por la cantidad de profesionales con los que cuentan los hospitales y su formación), pero no debemos olvidar que se trata de un modelo absolutamente privado obligadamente, mientras que en el sistema español es el ciudadano el que decide si prefiere una atención sanitaria por la Seguridad Social o por medio de un ente privado.

A pesar de la diferencia en cuanto a la calidad de la atención sanitaria con respecto a EEUU, yo no cambiaría nuestro sistema de salud por el suyo.

Para acabar, me gustaría comentar un aspecto de la película, que no sé al resto de espectadores, pero a mí me llamó la atención. Los americanos se sorprenden ante el hecho de, por ejemplo, un país como Cuba con muchísimos menos recursos que ellos, tengan una atención sanitaria universal bastante eficiente.

Esto se debe a que a principios de los 90, algunos países de América Latina y el Caribe decidieron la necesidad de una reforma en el sistema sanitario, y definieron 5 conceptos o principios claves orientadores para sus reformas: equidad, eficacia y calidad, eficiencia, sostenibilidad y participación social(5).

Centrándome en el aspecto de participación social, parece ser en la película que al menos Cuba lo ha dominado. Y es que, estos países, abandonaron hace ya tiempo la percepción paternalista de la atención sanitaria (si es que alguna vez lo tuvieron), otorgando la responsabilidad del mantenimiento del estado de salud a los propios pacientes.

Su eficiente atención sanitaria se debe a que priorizan en atención primaria, antes que sobre la especializada, debido a la escasez de recursos técnicos, que hacen su atención especializada más deficiente. Han sabido suplirlo perfectamente previniendo la enfermedad antes de emplear más recursos y tecnificación en curarla.

En EEUU la atención especializada casi “brilla por su ausencia”, y por ello creo que, aunque en España la AP está mejor planteada que en Estados Unidos, aún tenemos que mejorarla ya que no se lleva a la práctica tan bien como se pretende. Creo que en este sentido deberíamos aprender de países como Cuba.


Referencias bibliográficas


1.      Acereda, A. (11/17, 2008). El falso mito del mal sistema de salud en EEUU. Retrieved 3/25, 20012, from http://blogs.libertaddigital.com/conectados/el-falso-mito-del-mal-sistema-de-salud-en-eeuu-4086/.



3.    Navarro, V. (7/31, 2009). El modelo liberal sanitario: EEUU. Retrieved 3/25, 2012, from  http://www.vnavarro.org/?p=3234.

4.   Gumbel, A. (6/4/2007). Sicko? the truth about the US healthcare system. Retrieved 3/25, 2012, from https://www.commondreams.org/archive/2007/06/04/1641.










VER PELÍCULA SICKO, de Michael Moore


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